Comedia, drama y musical. Todos estos géneros los acentúa el director de escena André Engel en la propuesta que se presentó en el teatro Campoamor. La batuta escénica y los decorados de Nicky Rieti fueron aspectos especialmente valorados en la producción de la ópera «The Rake's Progress». Un carácter marcadamente teatral potenció una dirección propia más de actores que de cantantes, exprimiendo los registros dramáticos, fundamentalmente de los protagonistas masculinos. El binomio Engel-Rieti solucionó la puesta sobre el escenario, de una ópera de cuadros, utilizando todos los recursos del espacio del Campoamor. Delante y detrás del telón, o en los alrededores de las plateas. Los trucos escenográficos para ganar profundidad y perspectiva en la escena marcaron una sucesión de cuadros que procuró ser dinámica. Lograr la continuidad en la puesta en escena de esta ópera no es nada fácil. Y menos para las características del Campoamor, un teatro al que le corre prisa revisar su capacidad y recursos técnicos para levantar una producción lírica. Este «Rake's», a pesar de ser un montaje que va a cumplir la década, fue una muestra más de las necesidades del coliseo que alberga la segunda temporada lírica con más historia del país, tan sólo después del Liceo de Barcelona.
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