La soprano allerana Beatriz Díaz debutó el viernes en el teatro Carlo Felice de Génova como Musetta, de «La Bohème» de Puccini. La cantante se situaba así en primera línea del reparto en uno de los teatros representativos de la escena italiana. Díaz triunfó en su puesta de largo en Italia, tras haber hecho una primera incursión en el país como parte del reparto de «El Pequeño Deshollinador» de Britten, hace dos años en Módena. Desde la retransmisión del estreno, por la Rai 3, amigos y familiares de la soprano estuvieron a su lado vía internet. «¡Qué locura, si me vieras contestando mensajes al móvil y correos electrónicos en los descansos!», exclamaba ayer Díaz mientras conversaba con LA NUEVA ESPAÑA. Y es que Díaz, cercana y natural, se ha convertido no sólo en una de las voces más prometedoras de Asturias, sino en una de las artistas más queridas. La cantante, natural de Boo, aseguró estar muy agradecida por «la confianza que han depositado en mí el teatro y el director musical, Daniel Oren», que fueron quienes tomaron la decisión de que Díaz pasara, del segundo «cast», al primero. La noticia la recibía sorprendida tan sólo dos días antes del estreno de «La Bohème», tras haberse «caído» del cartel del elenco Ainhoa Arteta y Viktoria Yastrebova. «Fue todo muy bien», relató la cantante. A Beatriz Díaz le hace mucha ilusión entrar en Italia con este papel lírico de peso, que «te deja demostrar cosas, tanto en el plano vocal como actoral», comentó. El rol de Musetta, señala, se adapta muy bien a sus características vocales y espera poder seguir cantándolo en más ocasiones. Es la primera vez que interpreta a este personaje en escena, ya que encarnó a la Musetta anteriormente, en el Auditorio Nacional de Madrid, en una versión de concierto. La soprano se mostró encantada ante la respuesta del público en el estreno. Además de la ovación tras bajar el telón, la grada regaló aplausos a la soprano tras su interpretación del vals de Musetta, como se conoce el número más representativo de su personaje en «La Bohème». Ahora, Díaz espera expectante la publicación de alguna crítica en los periódicos italianos. «Aunque tengo claro que no a todos les puedes gustar», matizó. Lo único que lamentó la soprano fue la ausencia de Cristina Gallardo-Domâs en el elenco debido a problemas de salud. De este modo, Mimí fue, finalmente, la soprano cubana Elaine Álvarez. «Poder trabajar junto a unos compañeros que tienen un carrerón a su espalda es fantástico», comentó Díaz, quien pasó a explicar cómo la puesta en escena, de Jonathan Miller, se ambienta en 1925. «Pero es una versión clásica igualmente», explicó. Ayer, la intérprete asturiana disfrutaba de un día de descanso con sus padres y su novio, que la acompañaron en su debut. «Hoy toca hacer turismo por la ciudad», señalaba la cantante. Hoy volverá a «encerrarse», ya que subirá a las tablas en las funciones de mañana, del jueves y el domingo. Díaz volverá a la escena lírica asturiana el próximo mes, en «El dúo de La Africana», zarzuela de Manuel Fernández Caballero, que se representará en Avilés, en una producción del teatro Gayarre de Pamplona. Después, en enero, interpretará a Oscar dentro del reparto de «Un Ballo in maschera», ópera de Verdi, que se programa en la temporada de Ópera de Oviedo.
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